Salud y sostenibilidad financiera

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Cuando el negocio empieza a dar sus primeros resultados y vemos que los números pasan de negativo a positivo, una de las principales decisiones a tomar es la manera como se utilizarán esas ganancias. Aquí entra a tallar la visión del emprendedor que puede ser a corto plazo o a largo plazo.  Estas decisiones las vamos a agrupar en dos categorías de egresos: Inversión y consumo.

Una mentalidad a corto plazo, puede hacer que la mayor parte de las ganancias se utilicen para el consumo, enfocándose en satisfacer algún tipo de necesidad, pero sin asegurar el retorno del monto utilizado. Por ejemplo, existen microempresarios que apenas generan una utilidad, la utilizan en comprarse un vehículo cero kilómetros, que consume decenas de litros de combustible para ir a la playa el fin de semana; en vez de empezar por una moto, un auto usado, o quizás aún nada. Al final terminan rematando el vehículo y el resultado de dicha operación es pérdida. Muchos de los que piensan de esta manera, no logran que su negocio crezca o a veces a las justas sobreviven.

En cambio, cuando se piensa a largo plazo, somos conscientes que el negocio es como una criatura que hay que ir alimentando para que crezca, se fortalezca y cuando llegue el momento apropiado, esta pueda valerse por sus propios medios. Nadie le dice a su bebe de un año que se vaya gateando a trabajar para ganarse la leche. Un emprendedor que piensa de esta manera, sus utilidades son utilizadas en inversiones, las cuales pueden ser: comprar mayor cantidad de materia prima, comprar una nueva máquina, un local propio, etc.

Estas mismas categorías de egresos las podemos aplicar cuando nos referimos al tema del endeudamiento. Existe una clásica pregunta que los emprendedores suelen hacer: ¿Es bueno endeudarse?, la respuesta es un rotundo: Depende. Una deuda será buena cuando se tenga la capacidad para asumirla y cuando el monto sea utilizado para realizar inversiones, que generen un ingreso superior y le permitan hacer crecer el negocio. Pero, si es que la deuda es solo para consumir, irse de vacaciones o celebrar una fiesta, muchas veces lo más sabio será esperar. Para esto existe otro concepto, el ahorro.

A veces nos dejamos llevar por la publicidad que nos motiva a endeudarnos. Hoy existe una variedad de ofertas de financiamiento al alcance de la mayoría. Tenga mucho cuidado con la manera como está administrando las finanzas de su negocio. Nunca fusione sus cosas personas con las de su empresa. Ambas tienen que ir por caminos separados, y la clave de la correcta administración es no dejarse llevar por sus impulsos o el hambre por el estatus y reconocimiento social. Vaya poco a poco, con mucha responsabilidad. No olvide que esos castillos que se construyen de la noche a la mañana, así de rápido también se pueden derrumbar, pero aquellos que tienen bases fuertes, son sostenibles en el tiempo. ¡Dios le bendiga!

© Guillermo Cabanillas Holguín. Puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia