Un hombre va por la calle, le preguntan su nombre y su respuesta es: No lo sé, a mis padres no se les ocurrió ponerme uno. Va a realizar un trámite y no puede, porque no tiene cédula. Transcurre su vida pero era como si no existiera, ya que nadie pudo tomar constancia de su paso por la tierra. De esta manera llega el momento de su muerte, y en su tumba le ponen una placa donde está escrito: “NN”. ¡Qué historia tan absurda! Pero debería llevarnos a reflexionar: ¿Qué sería de una persona sin identidad?
Por más rara que parezca esta historia, tiene mucho que ver con el mundo empresarial, especialmente si nos enfocamos en el tema de las marcas. Muchos microempresarios no le dan la importancia necesaria a este punto. Al emprender un negocio eligen un nombre solo por cumplir con lo que hacen los demás, y creen erradamente que eso es suficiente. La marca es de importancia para la empresa, ya que es la manera como el mercado identificará el producto o servicio a ofrecer. Una marca al igual que el nombre de una persona es un conjunto de sentimientos e ideas.
Cuando un matrimonio recibe la noticia que está en la espera de un bebé, entre todas las preocupaciones que tienen los padres, una de ellas es el nombre que le irán a poner. A veces toman como referencia el nombre del padre o de la madre. Algunos usan el calendario de nacimiento, otros compran libros con el significado de los nombres. Sea la forma que sea, se toman un tiempo para pensar en la identidad de su descendiente.
En el caso de una empresa, desde el momento que surge la idea de negocio, así como si fuera un hijo, el empresario o los empresarios deben dedicarle un tiempo a la creación de una marca que identifique al producto o servicio que ofrecerán. Para esto se tiene que tener en cuenta los siguientes aspectos: Originalidad, concepto y sencillez.
La originalidad tiene que ver con la creatividad, la marca no puede ser un nombre común o la copia de otro. Se debe distinguir de las que ya existen actualmente en el mercado. El concepto se refiere a las características esenciales a ofrecer. Por lo tanto, no se puede inventar cualquier marca por más rara u original que parezca. Tengamos en cuenta estudiar su impacto mostrándosela a otras personas, para saber qué opinan y que es lo primero que se les viene a la mente cuando se les menciona. Si los comentarios tienen relación con el concepto del producto o servicio es un indicador que se ha elegido una buena marca.
Si su nombre es difícil de pronunciar o escribir, ¿No le ha pasado que la gente le pide que lo escriba en un papel o que lo deletree? En el caso de las marcas, es fundamental que sean fáciles de recordar, pronunciar y escribir, a esto nos referimos cuando mencionamos la sencillez. Existen ejemplos de marcas en inglés, que al ingresar a Latinoamérica, tuvieron que buscar una alternativa de identidad para que el mercado pueda pedir correctamente los productos o servicios que ofrecen.
Finalmente, y lo más importante es cuidar la reputación de esa marca. Así como un ser humano se preocupa por su reputación, lo mismo debe pasar con las empresas con sus marcas. Se debe cumplir con lo que se ofrece. No olvidemos que tanto en la vida como en la empresa, lo más difícil de ganar es la confianza, pero también es lo más fácil de perder. Así que a esforzarse y ser valiente, ¡Dios le bendiga!
© Guillermo Cabanillas Holguín. Puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia