El famoso personaje de Arthur Conan Doyle, nos puede servir de referencia para tratar el tema de esta ocasión. Sherlock Holmes era ese personaje ficticio que pasa a la historia por su capacidad para investigar con excelencia y maestría, a tal punto que su nombre es relacionado con esa destreza para indagar.
Trasladando este personaje al mundo empresarial, podemos encontrar en la investigación de mercados, una herramienta fundamental para la gestión de una empresa. Así como Sherlock Holmes le da un alto valor a la información, lo mismo debe suceder en la empresa. La información es uno de los activos más apreciables que cuenta una empresa para afrontar los diversos desafíos que se le presente en el mercado.
Cuando entramos al tema de la investigación de mercados, muchas veces se enfoca a la parte previa al lanzamiento de un producto o servicio. Esto es correcto, pero no debería limitarse a esa etapa. La investigación de mercados debe ser constante y debe ir de la mano con el ciclo de vida de un producto.
Se tiene que investigar antes, durante y después. ¿Qué quiere decir esto? El investigar “antes” de lanzar un producto es evidente, ya que no puedo empezar un emprendimiento sin conocer las posibilidades de éxito. Siempre existe un nivel de riesgo, pero si es que indago apropiadamente, lo puedo minimizar. Para esto existen técnicas como las encuestas, entrevistas, focus group, entre otros, que nos permiten conocer de antemano que podría suceder con nuestro producto o servicio a ofrecer.
El investigar “durante”, nos permite tomar decisiones una vez que hemos puesto nuestro emprendimiento en marcha. No olvidemos que si en una etapa previa al lanzamiento hemos generado mucha expectativa en la gente, fruto de una agresiva campaña publicitaria, lo más probable es que la demanda inicial se dispare, como parte del efecto novedad. ¿Acaso no has visto cuando se apertura una nueva tienda, la cantidad de gente que va como si fuera el fin de todo? Pasan los días y el público disminuye. Por eso no podemos confiarnos, el hecho de que el primer lote de tu producto se haya vendido, no significa que el segundo también se venda. Es por eso que debemos utilizar nuevamente las herramientas disponibles para investigar el impacto del producto. Al indagar vas a tomar cualquiera de estas decisiones: Mantener tu producto como esta, realizar alguna modificación o retirarlo del mercado.
En tercer lugar viene la investigación “después”. Cuando no se cuenta con la demanda suficiente, el negocio termina cerrando. Esta situación para el emprendedor, debe ser una nueva oportunidad para aplicar la investigación y conocer las razones de esa caída. Esa información tendrá un gran valor, ya que le permitirá capitalizar dicha experiencia para un futuro próximo.
Para cerrar, no olvidemos la importancia de incluir la investigación de mercados como una actividad constante de la empresa. Esta será una herramienta fundamental para contar con información actualizada para la toma de decisiones. Nos evitaremos problemas y ahorraremos recursos. ¡Que tenga una excelente semana y que Dios le bendiga!
© Guillermo Cabanillas Holguín. Puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia