A lo largo de los siglos, existen historias de emprendedores que han asumido riesgos, convirtiendo sus intenciones en acciones. Para los que creemos en Dios, nuestra esperanza está en su soberanía y que tiene todo bajo control. Él nos ha dado talentos, incluyendo la creatividad para emprender, impulsándonos en el camino a ser fuertes y valientes. Tal como se lo expresó a Josué en el momento que junto con Caleb emprendió el viaje de exploración a esa tierra desconocida que sería la prometida (Josué 1:9), y se convertiría en el lugar de descanso y asentamiento de su pueblo, que dejaría la tiranía de Egipto. El Rey David, tuvo una cualidad que todo emprendedor debe tener, como lo es la perseverancia. Después de rechazos, luchas y mucho esfuerzo llegó a convertirse en Rey de Judá y posteriormente de Israel, convirtiendo ambas naciones en un solo reino. Siguiendo esa línea su heredero Salomón, convirtió el reino en uno de los más prósperos y su fama cruzó fronteras (1 Reyes 10:23-24). La Biblia habla de muchos emprendedores, algunos empresarios como Abraham (Génesis 13:2) y Job (Job 1:3); y otros con papeles directivos como el Rey Josías, que realizó una reforma moral volviendo a los valores que habían sido rechazados por otros gobernantes (2 Reyes 23:1-25). También nos habla de emprendedores que trabajaban de manera dependiente, pero con su talento y valores lograron alcanzar posiciones importantes, como lo fue el caso de José (Génesis 41: 39-44), que se convirtió en primer ministro de Egipto a pesar de ser un extranjero; repitiéndose una historia parecida con Daniel, que fue asesor del Rey de Babilonia (Daniel 1:17-21). Y más tarde vemos a un esforzado Pablo trabajando con muchas ganas como constructor de tiendas –que eran las viviendas de la época- para conseguir su sustento y trascender en la historia de la humanidad cumpliendo el extraordinario papel de llevar las buenas nuevas de Jesucristo (Hechos 18:3-4; 2 Tesalonicenses 3:8).
En otros campos, el descubrimiento de América fue un gran emprendimiento que implicó mucho riesgo y esfuerzo, partiendo por romper paradigmas de miles de años que estaban alojados en la clase intelectual de la época, que aún creía que la tierra era cuadrada. En territorio de la actual Panamá, tan solo 40 años después de la expedición de Colón, tres personas que estaban dispuestas a asumir un gran riesgo para cambiar su futuro decidieron hacer una nueva empresa llamada “la empresa de la conquista”. Estos tres personajes: Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque, se asocian para emprender la ruta con destino a la conquista del Birú, que era la manera como se le llamaba al Imperio Inca. Y de esta manera si continuamos repasando muchos acontecimientos de la historia de la humanidad, vamos a encontrar cientos de eventos, y en todos estos hallaremos ciertas características que definen a las personas que tienen el perfil para emprender. En todos los campos vamos a encontrar emprendedores, desde la política, la ciencia, la medicina, la empresa, la educación, etcétera. El emprendimiento es transversal a todas las actividades y es una característica primordial de todos aquellos seres humanos que han logrado pasar a la historia. Más adelante este relato continuará.
¡Que tenga una excelente semana! ¡Dios le bendiga!
©Guillermo Cabanillas Holguín, 2016. Puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.