¡Que le corten la cabeza!

A raíz de los resultados de la elecciones parlamentarias en Venezuela, me lleva a meditar sobre la situación de los emprendimientos empresariales en países con posturas ideológicas -que en algunos casos con buenas intenciones, y en otras con un plan personal de por medio para perennizarse en el poder- han ido en las últimas dos décadas con sus diversos matices y estilos ser parte del panorama de América Latina. El jueves 10 de diciembre el Kirchnerismo culminó una etapa en la hermana Argentina, y el domingo pasado, el Chavismo empezaba a mostrar sus debilidades, siendo derrocado en las urnas por la misma voluntad de la gente, que al ser tan abrumador el resultado, este ya no podía taparse con los dedos.

Hace varios años se hizo viral en Internet, un video del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez Frías recorriendo las calles de Caracas – acompañado de su hija y un grupo de simpatizantes con remera roja y remunerados por su gobierno- al mismo estilo de la Reina de Corazones de la novela Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas del británico Lewis Carroll, que ante cualquier mínimo incidente mandaba a cortar la cabeza, en este caso Chávez no dudaba en decir con firmeza: ¡Exprópiese! Con argumentos que hasta parecían cómicos, porque como Venezuela era su Reino y Caracas su feudo, más importante era la habitación donde según él, Bolívar vivió recién casado, antes que el progreso de la ciudad. Y sucesivamente, todo edificio de dicha zona que se dedicaba a alguna actividad comercial recibía la misma sentencia.

Años después, un debilitado Nicolás Maduro asumió el mando aplicando medidas aún más intervencionistas, abusivas y nada inteligentes, creyendo que es el mercado contra él, sin darse cuenta que sus acciones eran las destructivas. Dándose de empresario “justo” estableciendo precios como si él invirtiera y fuera dinero de su trabajo, maltratando a los emprendedores por todo lado, inventando reglas innecesarias, quitando esas ganas de progresar de la gente. ¿Cuántos negocios fueron abusivamente intervenidos? Exigiendo que se venda por debajo de margen de costo (o sea a pérdida), y encima con una moneda devaluada y una inflación por las nubes.

Teniendo en cuenta este cambio que se avecina progresivamente en Venezuela, es necesario reflexionar. Porque sería de mal gusto que este resultado solo sea alimento de egos, canje de camiseta, colores y partidos, y las cosas sigan igual. Es necesario reafirmar la importancia de las libertades, para poder fomentar la cultura del emprendimiento en nuestra gente. Es lamentable que algunos digan, no me conviene poner un negocio, porque me lo quitan o me destruyen; esto ha vivido Venezuela, Cuba y otros países, y no debemos permitir que esto se vuelva a repetir.

Que este sea realmente el inicio de una etapa diferente para América Latina. Son tiempos nuevos, pero de nada sirve cambiar de época si seguimos viviendo de la misma forma. No somos nadie para mandar a cortar la cabeza, es la gente que tiene en sus manos tomar las decisiones partiendo por las urnas y defendiendo su voto, y sobretodo identificando quienes les dan las mayores garantías para el progreso. ¡Dios bendiga Latinoamérica!

© Guillermo Cabanillas Holguín, 2015. Puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.