La quinua o la quinoa, conocida como el grano de oro de los incas, es uno de los productos andinos que se ha puesto de moda en muchos lugares del mundo, por sus cualidades nutritivas y su delicioso sabor. El año 2013 fue declarado por la ONU como el “Año internacional de la quinua”, haciendo referencia al aporte de este cereal a la seguridad alimentaria y nutricional. Años atrás este producto no era tan valorado y su precio en el mercado era bajo. Hoy, debido al incremento de la demanda, su precio aumentó considerablemente. Pero a pesar de eso, en el Perú, en muchos hogares se tiene la costumbre de acompañar las comidas con un delicioso y nutritivo jugo de manzana con quinua, bebida infaltable en muchas mesas, que para los peruanos es sinónimo de “casero”.
Estuve recorriendo un supermercado en el Perú, y al llegar a la zona donde se encuentran los anaqueles de refrescos, me encontré con una nueva bebida envasada inspirada en el jugo de manzana con quinua casero. Fue una agradable sorpresa, ya que años atrás a nadie se le ocurriría industrializar este jugo con tan peculiar ingrediente andino. Y eso no es todo, encontré que una marca reconocida había industrializado la casera “agua de piña”, que en el Perú es la bebida más simple pero infaltable en los restaurantes con un menú económico, que consiste en hervir agua con cascaras de piña y canela, dejarla enfriar y agregarle limón y azúcar. Al igual que el jugo de manzana con quinua, era inimaginable encontrar una botella con un producto inspirado en algo tan sencillo. Seguí recorriendo el supermercado y a medida que iba avanzando continuaba encontrando nuevos productos, hoy industrializados, que en el pasado solo se podían disfrutar elaborados por nuestras abuelas o nuestras madres.

En Paraguay, poco a poco he visto que en los supermercados de manera tímida pero a paso firme vienen incorporando productos inspirados en lo casero. Se debe seguir explorando oportunidades, no solo pensando en el mercado nacional sino también en el internacional. Muchos extranjeros que apreciamos y queremos al Paraguay, deseamos que nuestros compatriotas conozcan un poco de la cultura guaraní, y la gastronomía es un medio fabuloso. Gracias a los empresarios que se les ocurrió industrializar el cocido o la harina para la chipa, en mi país he podido dar a conocer un poco del Paraguay. ¡Y qué alegría la noticia de la exportación del primer lote de yerba mate al Perú! ¡Ahora mis compatriotas también disfrutarán del refrescante tereré! Aunque no tienen ni la menor idea de cómo se toma, pero estoy seguro que si se difunde, a muchos les gustará tanto como a mí. Ojalá que los emprendedores paraguayos sigan descubriendo en lo más sencillo nuevas ideas para generar más emprendimientos, y que en el Paraguay se cuenten más historias de empresas cuyos productos pasaron de la casa a la industria.
¡Que tenga una buena semana! ¡Ñandejara Tanderovasa!
© Guillermo Cabanillas Holguín, 2015. Puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia