En rescate de la “burguesía” contemporánea

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A lo largo de la historia hemos visto como han ido apareciendo ideas e ideologías. Cada acontecimiento ha constituido una etapa de descubrimiento, que trae consigo un nuevo pensamiento que llega para quedarse en el imaginario social, sumándose a los pensamientos existentes en el momento. Se ha ido formando un espectro político-ideológico donde nadie se pone de acuerdo. Vemos como la terminología utilizada en algún momento, también viaja en el tiempo y se instala en los discursos políticos actuales; muchas veces sin sentido, pero constituye una especie de marca personal ideológica para su exponente, que va ganando espacio gracias a la confusión que causa, a pesar de presentar incoherencias.

En la Edad Media surge el sistema feudal como un mecanismo que lo podríamos llamar de gobierno o de gestión, en respuesta al sistema esclavista de la Edad Antigua. Pero a medida que el tiempo pasa, el feudalismo va quedando obsoleto, porque los oficios también van cambiando a causa del auge del comercio. De esta forma, de los nuevos comerciantes y artesanos nace poco a poco una nueva clase social -que sería el equivalente a la clase media de nuestros días- a la que se le llamaría burguesía, quienes serían el preámbulo al capitalismo, que se expandiría en la Edad Moderna y se consolidaría en la Edad Contemporánea.

Vemos que el capitalismo generó una importante línea de progreso, y que tendría sus espacios de mayor fuerza al momento en que la sociedad –fruto de su espíritu revolucionario en sus ansias de libertad– diera paso al nacimiento de doctrinas como el liberalismo en sus diversas vertientes, principalmente en lo económico. Pero como el ser humano es tan complicado, y nunca está contento con lo que tiene, siempre existirán personas con ideas contrarias, que saldrán a luchar por defender su propia verdad, brotando de esta forma las semillas de las ideas antiliberales. A mi criterio fue el atentado contra la libertad por parte de los “liberales”[1] –valga la redundancia– uno de los causantes para promover el surgimiento de este tipo de posturas.

Los antiliberales también llegarían para quedarse en el espectro político (por más que por algunas etapas de la historia parecía que su actuar llegaba a su fin), tal como vemos en la actualidad en la mayoría de países, donde existe una especie de alternancia política entre liberalismo (que generalmente ya no es el clásico del gobierno limitado y la “mano invisible”, sino una especie de híbrido entre ideas socialistas e ideas mercantilistas, que han dado como resultado el comúnmente mal llamado neoliberalismo) y el socialismo (inspirado en el marxismo, que también ha dejado a un segundo plano las ideas originales de la lucha de clases, y ha hecho modificaciones en su discurso creando nuevos motivos de lucha llevando todo al plano cultural[2]).

Los términos o conceptos del pasado se han ido malinterpretando y tergiversando, motivados en mayor medida por apetitos políticos o el ego personal de ganar un espacio en la sociedad y en caso de tenerlo, evitar a toda medida perderlo. En este contexto, cualquiera que se atreva a ir en contra de este uso disparatado de términos por parte de los políticos, no escapa del juicio y acoso de este sector, ni de ser tildado como tirano, antipatriota, y ser vinculado incluso con el mismo demonio.

Este confusionismo ideológico que no sabemos si es por falta de conocimiento o simplemente adrede, a fin de mantener una tradición ideológica o coherencia en el pensamiento, se ha instalado en los discursos políticos, apelando al confunde y vencerás inspirándose en la célebre máxima latina Dīvide et īmpera (divide y dominarás), utilizada a lo largo de la historia por célebres personajes desde Julio César a Napoleón, recayendo hasta los pasillos de la actual política criolla que se vive en todos los países y durante todas las épocas.

El término burguesía se asocia de manera errada a riquezas desmedidas, a privilegios y favores mal habidos[3]. Lo escuchamos en discursos de políticos generalmente con ideas socialistas, y existen muchos incautos que no se han tomado el tiempo de procesar y conocer un poco más sobre su significado, simplemente dan por hecho el discurso y lo aceptan, y mismo teléfono descompuesto trasladan el mensaje de manera repetitiva como si fueran loros que no saben lo que dicen.

Nicolás Maduro, actual presidente de Venezuela, ha usado en varias oportunidades de manera despectiva este término, como por ejemplo: “La burguesía pretende contra mí lo mismo que hizo contra Salvador Allende[4] / “Tenemos a más de 100 burgueses tras las rejas en este momento[5]. En esta misma línea, el ex presidente del Ecuador Rafael Correa en una entrevista se expresó: “El primer paso para el desarrollo es cambiar las relaciones de poder y para transformar estados burgueses en estados verdaderamente populares[6]. Se entiende que ambos personajes no tienen remedio en repetir el mismo discurso marxista que promovió el uso peyorativo del término, inspirados en el materialismo histórico, llamando burguesía al capitalismo y llegando a satanizarlo.

Pero una cosa muy curiosa es que hasta en grupos políticos que aparentemente promueven el capitalismo, también se utiliza erróneamente el término. Por ejemplo, tenemos el caso en que Rafael Hernando, ex portavoz del Partido Popular en España hace alusión a la adquisición inmobiliaria del Secretario General de Podemos, Pablo Iglesias, indicando que éste pasó “de revolucionario a nuevo burgués”[7]. En esta declaración, otra vez se aprecia esa falta de entendimiento, pero desde el punto de vista de generar una dicotomía entre lo que significa “ser revolucionario” y “ser burgués”, como si fueran diferentes caras de una misma moneda, cuando en realidad son “diferentes monedas” que podrían complementarse entre sí.

Los mismos Marx y Engels en su Manifiesto Comunista, que si bien es cierto enfocaban su revolución en el proletariado, no dejan de reconocer el carácter revolucionario que tenía la burguesía («La burguesía ha ejercido en la Historia una acción esencialmente revolucionaria. Allí donde ha conquistado el poder ha pisoteado las relaciones feudales, patriarcales e idílicas.”[8]), en este punto coincido con Agustín Laje cuando indica: “La llamada ´burguesía´ ha sido sin lugar a dudas una clase revolucionaria para Marx y Engels, aunque hoy nos suene extraño”[9].

Me pregunto: ¿Era malo ser burgués? O en términos actuales ¿Es malo ser emprendedor? La Real Academia Española define el ser “burgués” como la “clase social formada especialmente por comerciantes, artesanos libres y personas que no estaban sometidas a los señores feudales” / “Grupo social constituido por personas de la clase media acomodada”[10]. Entonces, observamos que el principio de la “burguesía” era la libertad, la cual me da a entender que ésta la pudieron haber ganado como fruto de la buena administración del talento y la creatividad.

Y como lo vemos en nuestros días, son los empresarios los principales generadores de empleo, y los que contribuyen al desarrollo de las economías, que traen progreso a las personas y mejoran la calidad de vida. No en vano, hubo esa división en el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, donde los Mencheviques reconocían el papel de la burguesía y estaban dispuestos a que sean ellos los que deberían conformar esa clase dirigente en una primera etapa de su revolución[11].

Por eso vemos que el atentado que se vive contra el empresariado o la “nueva burguesía” –si lo queremos llamar así– en países como Venezuela, ha generado una de las más grandes crisis económicas y sociales de América Latina, lo que ha causado que miles de personas pasen una situación de hambre y se vean obligadas a dejar su tierra. En Europa, hace poco más de treinta años cayó el último dictador comunista Nicolae Ceaucescu, cuyo régimen en Rumanía generó un éxodo similar, pero aún así el discurso de la llamada “izquierda” y la teoría económica de Marx que podría considerarse muerta y enterrada, como diría Schumpeter[12], aún se sigue renovando y generando mayor confusión, ya que su estrategia es ir modificándose, aunque eso signifique alejarse de los orígenes.

Es difícil de entender que en España existan personas que crean en un discurso que ya ha fracasado, y aún así movimientos como “Podemos” tengan acogida. Y en Perú, mi país, después de haber experimentado el hambre, la corrupción y destrucción del socialismo en el pasado; y en el presente conviviendo con miles de venezolanos que huyeron de su país, aún haya personas que crean en esa posibilidad y la vendan como cambio o novedad. La memoria es tan frágil, que no aprendemos de las lecciones históricas, sus consecuencias y nos seguimos empeñando en repetir el cuento.

Es así como en este espectro confuso de ideas e ideologías, la sociedad sigue en la búsqueda constante del progreso, aunque esto signifique atentar contra los emprendedores o burgueses contemporáneos. Lamentablemente hasta la fecha nadie da una fórmula política que se pueda llegar a considerar como una verdad absoluta. Si seguimos escarbando en el pasado quizás podamos encontrar respuestas para nuestro tiempo, aunque caemos en el riesgo de confundirnos ideológicamente, como probablemente haya sucedido al leer este mismo ensayo.

 

[1] Una especie de mercantilismo, o como se dice coloquialmente un capitalismo para pocos, donde el gobierno interviene y protege la economía, y solo progresan una reducida parte de personas.

[2] Surge el denominado post-marxismo, cuyos nuevos motivos de lucha son: El indigenismo, el ambientalismo, el derecho-humanismo, el garanto-abolicionismo y la ideología de genero (feminismo, abortismo y homosexualismo cultural). (Márquez and Laje 2016) pp. 18, 46 y 47.

[3] Lo cual no descarta que algunos burgueses hayan actuado de manera incorrecta, pero esto no puede ser motivo para generalizar este adjetivo a todo un grupo. Es como decir que todos los emprendedores hacen las cosas de manera incorrecta.

[4] Declaraciones de Nicolás Maduro en marco de la investidura de Evo Morales en Bolivia, en referencia al papel de los “grandes” empresarios venezolanos, y comparando su situación con la del fallecido presidente socialista chileno, responsabilizando la caída del mismo a los empresarios. (Tele13 2015)

[5] Declaraciones de Nicolás Maduro en contra de los empresarios que aumentaron sus precios a causa de la inflación, y que no aceptaron bajarlos y vender a pérdida por debajo de los costos de inversión. (BBC Mundo 2013)

[6] Entrevista a Rafael Correa publicada por el diario El Mercurio de Chile, prácticamente dando una respuesta basada en el marxismo, donde el proletariado debe gobernar por encima de los burgueses (Lüters 2014)

[7]https://www.lavanguardia.com/vida/20180619/45268753682/el-pp-dice-que-pablo-iglesias-ha-pasado-de-revolucionario-a-burgues-y-a-mantener-citas-clandestinas-con-el-gobierno.html

[8] Tomado del “Manifiesto Comunista”, versión traducida del año 2000, pp. 19 (Marx and Engels 2000)

[9] (Márquez and Laje 2016) pp. 26

[10] (Real Academia Española 2017)

[11] (Márquez and Laje 2016) pp. 39

[12] Citado en (Tortella 2017). pp. XV


Bibliografía

  • BBC Mundo. «Maduro dice que se arrestó a más de 100 empresarios «burgueses».» BBC Mundo. 15 de noviembre de 2013. https://www.bbc.com/mundo/ultimas_noticias/2013/11/131114_ultnot_maduro_anuncia_detencion_empresarios_burgueses_msd (último acceso: 19 de noviembre de 2018).
  • Lüters, Erika. «Rafael Correa: Para transformar estados burgueses en populares, se necesita una nueva Constitución.» Diario El Mercurio, 12 de marzo de 2014.
  • Márquez, Nicolás, y Laje, Agustín. El libro negro de la nueva izquierda. Buenos Aires: Grupo Unión, 2016.
  • Marx, Carlos, y Engels, Federico. Manifiesto Comunista. Ediciones elaleph.com, 2000.
  • Press, Europa. «El PP dice que Pablo Iglesias ha pasado «de revolucionario a burgués» y ya celebra citas «clandestinas» con el Gobierno.» Europa Press. 19 de junio de 2018. https://www.europapress.es/nacional/noticia-pp-dice-pablo-iglesias-pasado-revolucionario-burgues-ya-celebra-citas-clandestinas-gobierno-20180619145632.html (último acceso: 20 de noviembre de 2018).
  • Tele 13. «Maduro: “La burguesía pretende contra mí lo mismo que hizo contra Salvador Allende”.» Tele 13. 22 de enero de 2015. http://www.t13.cl/noticia/actualidad/maduro-la-burguesia-pretende-contra-mi-lo-mismo-que-hizo-contra-salvador-allende (último acceso: 19 de noviembre de 2018).
  • Tortella, Gabriel. Capitalismo y Revolución. Madrid: Gadir Editorial, 2017.
  • Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española. http://dle.rae.es/?id=6J5BzMi (último acceso: 22 de noviembre de 2018).

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